Diversidad

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domingo, 24 de abril de 2016

Permitir y estimular la expresión personal...



 Algunas formas interesantes de alentar la creación se aprecian cuando:
·        Se estimula a contar lo que se ve, lo que se piensa, lo que se imagina.
·        Se solicita la descripción sentimientos, opiniones, experiencias.
·        Se alienta la observación.
·        Se recompensa con afecto y valoración sus intervenciones.
·        Se evitan los estereotipos, de género, por ejemplo.
·        Se ofrece libertad para experimentar.
·        Se ayuda a comparar objetos, acciones, situaciones.
·        Se estimula la interacción social.
·        Se promueve la formulación de hipótesis.
·        Se ayuda a formular supuestos.
·        Se amplía el campo de las experiencias.
·        Se valora lo diferente, lo diverso.
·        Se espera que los chicos interpreten lo cotidiano.
·        No se desalienta la fantasía.
·        No se refrenan sus pensamientos e iniciativas.
·        No se espera “la respuesta”, “la” forma de actuar.
·        Se respeta la capacidad de cada uno para actuar, pensar, ser sujeto…

La creatividad como estrategia en la resolución de problemas a medida que vamos creciendo!!

portada materiales no estructurados

Por qué todos los niños deberían jugar con materiales no estructurados

Siempre había pensado que los niños no necesitan excesivos juguetes y que a menudo disfrutan más con el envoltorio que con el propio material en sí. Pero ser madre me ha hecho profundizar en esta afirmación tan sencilla, reflexionar sobre qué materiales le ofrezco a Terrícola, porqué, y que posibilidades de juego desarrollará con cada cosa que se encuentre en su camino.
La realidad es que muchos de los juguetes que ha recibido el peque han acabado en el olvido a partir del segundo día. Algunos han tenido peor suerte y no suscitaron interés alguno ni al momento de recibirlo. Y unos pocos afortunados han dado para horas de juego una y otra vez.
¿Cuál es el secreto del éxito? Seguramente lo más importante es que ese juguete tenga alguna relación con su destinatario, tanto con sus intereses como con la etapa evolutiva en la que se encuentra. Vaya, que a un bebé gateador no le regalaríamos una bicicleta o a un niño de 10 años no le regalaríamos un correpasillos, ¿verdad?
Pero aparte de observar cuál es el interés del pequeño creo que es importante que al menos varios de los materiales que tenga el niño a su alcance sean “juguetes” no estructurados. Es decir, materiales que no tengan ningún fin concreto. Con ello me refiero a bloques de madera, piedras, palos, cajas de cartón, etc. Como ves, no tienen ni porqué ser juguetes. En cambio, los juguetes estructurados son aquellos que tienen un fin concreto, en los que el propio material ya indica para que sirve (un puzzle, por ejemplo) o bien son juegos en los que hay instrucciones y normas claras (deportes de equipo, juegos de mesa, etc.).
¿Pero por qué es importante ofrecer materiales no estructurados? Pues porque cuando les damos juguetes a los niños con un diseño muy específico (herramientas de trabajo, tazas y platos de juguete, coches con luces y sonidos, etc.) realmente no está surgiendo el “juego simbólico” sino que es “literal o imitativo”: los niños usan esos materiales imitando lo que hacemos los adultos con ellos y usándolos literalmente para lo que sirven. Pero el juego realmente simbólico nace cuando los niños recrean algo distinto sobre un “material, juguete o artilugio”, es decir, cuando juegan a coches con piedras o esas mismas piedras se convierten en monedas, cuando a unas maderas les dan el valor de una plancha, o un teléfono… Si os interesa el tema, podéis leer más sobre ello en Alaya Difundiendo Infancia o en este otro artículo muy interesante también.
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En la imagen, la pequeña recrea un arco y una flecha con dos palos. La fotografía es de Lia Duran Fotografía, ¡mi fotógrafa preferida!
Abasteciéndoles de todo tipo de juguetes, uno para cada cosa y función (les compramos la cafetera, les regalamos las tacitas, o todo tipo de coches, puentes, etc. etc.) estamos dificultando que nazca un juego de creación y se quedan sólo en la imitación.
No hace mucho mi amiga Noe me contó una anécdota que me hizo reflexionar y creo que tiene relación con este tema. Me dijo que cuando observaba que su hija jugaba a algo sin parar con algún material no estructurado (por ejemplo, jugaba a planchar ropa usando como plancha una madera) si le compraba la plancha de juguete la niña dejaba de jugar a eso. Y pienso que precisamente es porque la recreación que ella hacía, el juego simbólico al que jugaba, desaparecía al tener una plancha en sus manos. Era demasiado real y quedaba menos espacio para la imaginación.
Por supuesto que no estoy defendiendo que los juguetes no son útiles, necesarios o divertidos. Porque no se trata de elegir entre “juguetes estructurados” y “juguetes no estructurados”. Sería como decir… ¿Le compras ropa interior o de calle? o ¿le ofreces a tu hijo fruta o verdura?  Pues seguramente todo es bueno y adecuado, ¿no? Por eso creo que, junto a los juguetes clásicos de toda la vida que todos tenemos en mente, es ideal poner a su alcance materiales no estructurados.
En realidad, esto no requiere mucho de nuestra parte… porque la cosa menos pensada sirve para jugar. Incluso… sin ningún material puede surgir el juego no estructurado, solo con la imaginación.
Por si necesitáis inspiración, os dejo algunas ideas para que podáis ver como los materiales no estructurados pueden ser de muchos tipos y cualidades.
Elementos de la naturaleza
Creo que la naturaleza es un lugar perfecto de juego, en el que todo es no estructurado. Como no hay juguetes en ella, los niños se abastecen de ella para recrear cuanto necesitan imaginar.
Suelen jugar con:
  • palos
  • piedras
  • tronquitos de todo tipo
  • piñas
  • conchas
palos juguetes no estructurados
Los palos de la foto forman parte de nuestra colección (o recolección mejor dicho, jajaja) de palos. La foto es de hace algún tiempo, prometo que ha aumentado alarmantemente… y lo peor es que yo contribuyo a ello. Veo un palo en el bosque y pienso… con esto haremos esto, con aquello lo otro… 😉
Materiales de reciclaje
En realidad, cualquier objeto sirve para jugar de forma imaginativa, incluso aquellos que para los adultos ya no tienen finalidad y van a la basura. Por ejemplo:
  • tapones de botellas de agua
  • rollos de papel de water
  • tapones de corcho
  • botellas de plástico
  • cartones
Materiales comprados
Por suerte, cada vez más marcas y fabricantes están elaborando materiales no estructurados, que tienen un diseño cuidado, con materias primas de calidad. Ya sabéis que me encantan los materiales de Grimms, que también tienen varios juguetes de este estilo, materiales que en sí no son nada, pero que a través de la imaginación del niño se convertirán en lo que él necesita.
Materiales Grimms
Recientemente, además, he conocido a través de Instagram a GRAPAT, una nueva marca española, de fabricación nacional, que hace unas cositas tan preciosas… todas, con la idea de ser elementos muy libres para jugar.
materiales grapat
También existen muchas marcas distintas que fabrican eco-bloques. En casa son un éxito. Sirven para hacer torres, crear casitas, murallas, cualquier bloque de madera puede convertirse en un coche, una persona, etc.
collage eco bloques
BENEFICIOS DE LOS JUGUETES NO ESTRUCTURADOS
Me gustaría acabar este artículo resumiendo que este tipo de materiales tienen un montón de beneficios para el niño:
Estimulan el pensamiento creativo: este tipo de objetos no tienen una función clara así que es el niño quien debe darles una finalidad y crear las historias que quiera.
Se adaptan a la etapa evolutiva del niño: como este tipo de materiales no tienen una finalidad concreta y están poco elaborados van a acompañar al niño durante más años porque se adaptarán a su desarrollo y cambio de intereses.
Este año, por ejemplo, Terrícola y yo estamos pasando algunas mañanas a la semana con otras familias con niños mayores. Solemos ir a la montaña o a parques y observo cómo cada niño disfruta por igual pero cada uno usa lo que tiene a su alcance de forma distinta. Terrícola suele jugar a cavar agujeros en la arena, a remolcar la arena sobrante, etc. Una amiga suya, de 9 años, suele usar la arena y la tierra como una arqueóloga. Me encanta verla puliendo el suelo con sus micro-palas, o haciendo un surco alrededor de una piedra incrustada en la tierra para rescatarla.
Evita la sobreestimulación: no hay luces y no hay sonidos, por lo tanto, no hay estímulos externos sino que tienen que salir de dentro del niño. A veces pensamos que si un juguete no es bastante estimulante… el niño se va a aburrir. ¡¡¡Pues genial!!!! El aburrimiento es un escenario magnífico para que la imaginación salga a escena.
construcción con bloques
Torre que construyó Terrícola con cemento (de arena y agua) y maderas. Me flipa cuando se inventa cosas así.
Seguro que muchos ya tenéis este tipo de materiales en casa. Para quienes no tengáis, os animo de verdad a recolectar o comprar todo tipo de elementos y permitir que vuestros hijos los usen sin instrucciones ni direcciones. No hay nada más gratificante que ver como los peques crean mundos fantásticos e historias increíbles prácticamente de la nada.
Con el material menos pensado, con los elementos más sencillos, la magia del juego sucede.
Un abrazo,
Clara

sábado, 2 de abril de 2016

César Bona - 16 cosas que he aprendido enseñando (1 ABR 2016)



El profesor español que quedó finalista del Global Teacher Prize nos explica qué cosas ha aprendido de sus alumnos y de su experiencia



1. Que debemos hacernos muchas preguntas. Los alumnos me han hecho preguntas maravillosas. Por ejemplo: "¿Por qué tenemos dobleces en las orejas?". Ellos me han enseñado a admirarme otra vez por lo que nos rodea y a valorar las pequeñas cosas.
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2. Que la escuela no es una burbuja. No es solo un lugar donde adquirir conocimientos: en la escuela también se aprende a vivir en sociedad y es el lugar perfecto para ayudar a los padres a educar a sus hijos. Así que el conocimiento es solo una parte: el hacerles conscientes de que somos parte de la sociedad y darles herramientas para ser seres sociales es fundamental.

3. Que debemos sintonizar con el mundo de los niños. No debemos arrastrar a los niños hasta el mundo de los adultos e intentar que piensen como nosotros, porque todavía no han vivido en la adultez. Sin embargo, los adultos sí hemos sido niños, por lo que, para hacernos entender, nosotros tenemos que hacer el viaje hasta su mundo.

4. Que no se trata de cambiar a los niños sino nuestra perspectiva de ellos. En mi libro hablo de un alumno al que descubrí escupiendo en el asiento de mi moto como respuesta a una mala nota. Al año siguiente, me tocó ser su tutor, y le pregunté: "¿Qué es lo que más te gusta?". Me dijo que le gustaba escribir cuentos, así que le pedí que transformara en cuentos las unidades de ciencias, para luego explicarlas a sus compañeros. Finalmente aprobó todo porque su autoestima había aumentado.

5. Que no hay alumnos imposibles. Hay alumnos con los que me ha costado conectar. Curiosamente, son los que más me han enseñado. Creo que muchas veces los abordamos de forma negativa, como reprendiéndoles de antemano: "¿Por qué haces esto?" o "¿Por qué haces aquello?". Es mejor acercarse de forma positiva: "A ti, ¿qué es lo que te gusta hacer? ¿Qué puedes enseñar a los demás?".

6. Que podemos cambiar la competitividad por la cooperación. Dedico los primeros días de clase a hablar sobre respeto y cooperación. Abro esas puertas para que ellos las crucen durante el curso. Por lo general, siempre da buenos resultados. En el aula tenemos un programa en el que los alumnos con más facilidades para las distintas materias se convierten en "altruistas", mientras que quienes tienen más dificultades son "buscadores". Siempre se ayudan y se animan entre ellos.

7. Que las clases sean divertidas no significa que den malos resultados. Más bien es lo contrario. Pese a que las clases puedan ser divertidas y que hagamos actividades donde participan más de lo normal, es fundamental hablar con los alumnos sobre autoexigencia positiva, sobre la necesidad de que sean exigentes consigo mismos.

8. Que nuestra vida está llena de ideas para las clases. De niño, yo era una persona extremadamente tímida, lo que me trajo algunos problemas. Y no quiero que a mis alumnos les ocurra lo mismo, así que los invito a que se suban encima de las mesas y a que expresen lo que piensan. Si nos detenemos a pensarlo, la expresión oral debería estar más presente en las escuelas, porque es una herramienta que usamos cada día de nuestra vida.


9. Que los alumnos deben ir felices a clase. Si un adulto se cansa de su trabajo, tiene la posibilidad de marcharse. Sin embargo, los niños no tienen ese margen de elección, así que debemos esforzarnos en que se sientan cómodos.

10. Que te pueden enseñar muchas cosas que ellos llevan dentro. Por ejemplo, en una escuela con niños poco interesados en los estudios, había un chico que tocaba el cajón flamenco. Le pedí que, un rato antes de cada clase, me enseñara a tocarlo. Los demás alumnos se unieron a sus lecciones y comenzaron a venir al aula con más ganas.

11. Que por encima de la vocación está la actitud. El año previo a la universidad aún no tenía claro a qué dedicarme: que si filología inglesa, que si periodismo, que si filosofía... Al final opté por la primera, por una razón muy sencilla: era la única que podía estudiarse en Zaragoza. Al empezar la carrera, me veía como traductor o intérprete, pero cuando empecé a buscar trabajo me encontré delante de 25 niños, y aquello me encantó. Tuve suerte.

12. Que el humor es necesario en las aulas. Los niños suelen ser felices. Cuando un niño pasa varios días sin reírse, hemos de preguntarnos qué le ocurre, porque no es normal.

13. Que los maestros, los padres y la administración debemos entendernos. La educación es algo que nos incumbe a todos, así que todos albergamos nuestras propias opiniones. Pero debemos trabajar de una manera coordinada. Jamás se conseguirá nada tirando piedras de unos tejados a otros porque, en el fondo, los únicos perjudicados van a ser los niños.

14. Que siento repelús cuando los medios se refieren a mí como "el mejor profesor de España". Me siento muy afortunado por haber sido finalista en el Global Teacher Prize, pero eso no me convierte en el mejor maestro de España. Hay multitud de maestros que trabajan en la misma dirección y que se merecen el mismo reconocimiento. Los medios de comunicación deberían sacar a la luz esas historias.

15. Que los maestros no debemos olvidar por qué elegimos esta profesión. Cuando una maestra llega por primera vez a una escuela, su rostro, lleno de ilusión, lo ilumina todo. Debemos ser perseverantes, porque en esta profesión hay gente desilusionada. Uno de nuestros retos es contagiar a toda esa gente que hace tiempo que perdió la ilusión por esta profesión, mostrándoles todas las cosas maravillosas que podemos hacer.

16. Que todos los niños y niñas tienen algo que todos los seres humanos tenemos: la necesidad de sentirse queridos, el anhelo de sentirse escuchados y el deseo de sentirse útiles. Y que, por encima de todas las metodologías que puedan aparecer, debemos ir a lo básico y construir sin olvidar jamás esos principios.

MOTRICIDAD FINA

¿Qué es la Motricidad Fina?
La motricidad fina comprende todas aquellas actividades del niño que necesitan de una precisión y un elevado nivel de coordinación.

Esta motricidad se refiere a los movimientos realizados por una o varias partes del cuerpo, que no tienen una amplitud sino que son movimientos de mas precisión.

Se cree que la motricidad fina se inicia hacia el año y medio, cuando el niño, sin ningún aprendizaje, empieza a emborronar y pone bolas o cualquier objeto pequeño en algún bote, botella o agujero.

La motricidad fina implica un nivel elevado de maduración y un aprendizaje largo para la adquisición plena de cada uno de sus aspectos, ya que hay diferentes niveles de dificultad y precisión.

Para conseguirlo se ha de seguir un proceso cíclico: iniciar el trabajo desde que el niño es capaz, partiendo de un nivel muy simple y continuar a lo largo de los años con metas más complejas y bien delimitadas en las que se exigirán diferentes objetivos según las edades.

Los aspectos de la motricidad fina que se pueden trabajar más tanto a nivel escolar como educativo en general, son:

¨ Coordinación viso-manual;
¨ Motricidad facial;
¨ Motricidad fonética;
¨ Motricidad gestual.


Desarrollo de la Motricidad Fina
EI desarrollo de la motricidad fina es decisivo para la habilidad de experimentación y aprendizaje sobre su entorno, consecuentemente, juega un papel central en el aumento de la inteligencia. Así como la motricidad gruesa, las habilidades de motricidad fina se desarrollan en un orden progresivo, pero a un paso desigual que se caracteriza por progresos acelerados y en otras ocasiones, frustrantes retrasos que son inofensivos.

Fuente:  http://psicomotricidadinfantil.blogspot.com.ar/
Imagenes: https://www.facebook.com/revistavidaeducativa/








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